Acechando la estabilidad

Contribuido por Brian Noonan

La caza se ha transformado desde hace 200 años hasta lo que es hoy. La mayoría de los cazadores pasan horas y horas sentados en un escondite, dedicando su tiempo a preparar comederos, preparar campos de heno y construir botes de caza durante los meses previos. Sin embargo, el concepto de acecho está lejos de extinguirse en la comunidad de actividades al aire libre. Escalar kilómetros por las peligrosas Montañas Rocosas de Colorado, caminar con cautela, talón con punta, durante horas a través de un bosque de coníferas, o incluso cargar el equipo desde la camioneta hasta el hoyo de caza, es acecho para nosotros.  

Importancia del control de la respiración

Hay algunas cosas en la vida sin las que no podemos vivir. Agua, comida y algo llamado oxígeno. Un buen tirador sabe controlar la respiración al apretar el gatillo, pero cuando la mira está fija en un trofeo que quedaría genial colgado en una sala, es mucho más fácil decirlo que hacerlo. Inhala lentamente por la nariz, sintiendo cómo se dilatan las fosas nasales mientras tu pecho se llena de oxígeno y nervios. Mantienes la respiración a pleno pulmón durante dos segundos con la esperanza de calmar los nervios y luego liberas lentamente por la boca. Siente cómo se relajan los hombros, cómo se desprende la lengua del paladar y encuentra la calma al final de la euforia para apretar el gatillo. 

Ahora, imagina que acabas de caminar 6.5 kilómetros subiendo y bajando 1824 metros de altitud. ¿Crees que será tan fácil encontrar ese estado de relajación como sentado en el sofá?  

Suplemento a la respiración

Cada persona tiene diferentes capacidades cardiovasculares y métodos de caza que lo dejan sin aliento, pero independientemente de cómo se llegue a ese punto, la falta de oxígeno perjudica el disparo. Podemos controlar nuestra respiración tanto como nos lo propongamos, pero hay muchos otros factores en la ventana de diez segundos de una oportunidad que convierten la caza en un desafío. Existe una única solución que puede garantizar mayor confianza en la estabilidad y el trabajo respiratorio: un trípode resistente. 

Algunos argumentan que llevar el peso extra de un trípode al moverse aumentaría demasiado la frecuencia cardíaca y que el trípode causaría más daño que beneficio. Sin embargo, el Kopfjäger K800 está fabricado con un material compuesto de fibra de carbono y pesa menos de 1.8 kg. La posibilidad de contar con un sistema de estabilidad completo para menos del 2 % del peso corporal promedio masculino en Estados Unidos ofrece la mayor ventaja: un disparo seguro.  

Más allá del paseo

La importancia de la asistencia respiratoria va mucho más allá de quienes participan en largas recesiones. Sentarse en un escondite en el suelo también puede generar muchos desafíos en el trabajo respiratorio relacionado con la estabilidad del tiro. Si no se está entrenado para ello, cargar un rifle al hombro requiere mucha atención, lo que reduce la concentración del flujo de oxígeno. Tener un trípode que permita mover, inclinar y ajustar el arma como si se llevara al hombro permite al tirador calmar los nervios para lograr un tiro preciso. Trípodes de calidad como el Kopfjäger K800 brindan la estabilidad y la confianza necesarias para cosechar ese trofeo para la pared de su sala.